El poder de contar historias en la unión familiar

Teen girl and grandmother read a book together.

En nuestra vida diaria, las historias están por todas partes. Aparecen en nuestros teléfonos, televisores y en nuestras conversaciones, llenando nuestros días de historias y aventuras sin fin. Pero aquí está el asunto: aunque estamos constantemente rodeados de estas historias, la mayoría de ellas no se quedan. Vienen y van tan rápido como la última tendencia, y luego apenas las recordamos. Es una paradoja de nuestros tiempos: estamos rodeados de historias, pero solo una fracción de ellas dejará una huella duradera en nuestros corazones y mentes. 

Sin embargo, existe un tesoro de historias llenas de significado y emoción, listas para ser desenterradas: nuestras historias familiares. Estas narraciones nos conectan con nuestro pasado y presente, especialmente durante las celebraciones especiales que marcan los hitos de nuestras vidas. Y, a diferencia de la naturaleza transitoria de la mayoría de las historias, las historias familiares perduran: permanecen con nosotros. A medida que exploramos las historias familiares, descubriremos su profundo impacto en la creación de identidades, el fomento de la resiliencia, la promoción de la salud mental y el fomento de un sentido de pertenencia.

Forjando una identidad

A medida que los niños van creciendo, sus pensamientos se vuelven cada vez más introspectivos. Quieren saber quiénes son y dónde encajan. Las historias familiares automáticamente crean un firme sentido de identidad en el niño. Los niños aprenden por imitación, y las historias les dan algo que imitar. Papá puede contar sobre su peor acosador, o mamá puede compartir un poco de sus travesuras juveniles, pero estas historias personales invitan al niño a ver dos verdades cruciales: pertenezco a un grupo y soy amado. Robyn Fivush, experto en narración de historias familiares, explica: “Las historias familiares concretan valores abstractos; encarnan una forma de estar en el mundo, y los adolescentes y los adultos jóvenes se modelan a partir de estas historias: este es el tipo de persona que soy. Este es el tipo de gente de la que vengo”. Escuchar cómo otra persona afrontó la vida ayuda a un niño a leer su propia vida. El niño ve quiénes son sus padres y quiénes son ellos.

Cómo afrontar las dificultades

Las historias familiares ayudan a afrontar las dificultades. Fiódor Dostoievski nos recuerda la fuente importante del miedo. “Dar un nuevo paso, pronunciar una nueva palabra es lo que más temen”. Los niños y los adultos inmersos en historias tienen un mapa que utilizar para enfrentar el miedo. Conocen a alguien que ya ha pasado por eso. Un padre puede haber fracasado en su primera entrevista, pero esa experiencia le otorga fortaleza. El narrador vivió para luchar otro día, tiene sabiduría para compartir y las “cicatrices” para demostrarlo.

Nutrir la salud mental

Debido a que las historias familiares consolidan la identidad y reducen el miedo, son el antídoto contra la duda y la ansiedad. investigador Descubrieron que “los adolescentes que dicen conocer más historias sobre su pasado familiar muestran niveles más altos de bienestar emocional y también niveles más altos de logro de identidad, incluso cuando se controla el nivel general de funcionamiento familiar”. Incluso para las familias que no suelen funcionar bien, contar historias fue crucial. No es sorprendente que las historias ayuden a calmar las ansiedades. Gran parte de la ansiedad se debe a las historias que los niños se cuentan a sí mismos. Se convencen a sí mismos de que son un fracaso y no lo suficientemente buenos. Después de escuchar las historias de su familia, no es sorprendente que las historias les proporcionen el conocimiento para contar su propia historia correctamente.

No es sólo para los niños

Los beneficios para los niños son poderosos, pero el poder más significativo está en la repetición. Cuando el ritual aprovecha el poder de la narración, no son sólo los niños los que se benefician de ello. Los padres ven su pasado de manera diferente cuando escuchan las historias de sus hijos. Las historias del niño ayudan a los padres a conocerlo, ayudarlo y guiarlo, pero también recuerdan quiénes son a través de sus hijos. Bruce Feiler, escritor del New York Times “En resumen: si quieres una familia más feliz, crea, perfecciona y vuelve a contar la historia de los momentos positivos de tu familia y tu capacidad para recuperarte de los momentos difíciles. Ese acto por sí solo puede aumentar las probabilidades de que tu familia prospere durante muchas generaciones”.

Ahora, imagina a esta misma familia que cuenta cuentos leyendo cuentos juntos, viendo películas juntos y conectando sus historias personales con las historias del mundo que los rodea. Imagina a esta familia leyendo juntos y hablando sobre cómo Robin Hood les recuerda al tío Chris. Es encantador y siempre está en problemas. Al igual que las vacaciones y los cumpleaños crean un ritual de historias, la narración familiar habitual crea vidas llenas de historias que resuenan. 

Así que, padres, llenen su casa de historias clásicas y familiares. Alimenten su imaginación, sitúenlos en su pasado, sáquenlos de sí mismos y permítanles ver los ritmos de la vida más allá de sus preferencias. Busquen un momento (la mesa familiar es una tradición por una razón) para hablar entre ustedes sobre lo que han luchado y superado. Anímense mutuamente. No nos limitemos a vagar por un mundo de historias, sino que llenemos el mundo con las nuestras.

Acerca de TLC

El Lincoln Center for Family and Youth (TLC) es una empresa social que presta servicios en el área metropolitana de Filadelfia. Entre sus cinco divisiones, TLC ofrece soluciones de dotación de personal en las escuelas, asesoramiento y orientación móvil y Heather's Hope: un centro para víctimas de delitos. Estos importantes programas están unidos bajo la misión de TLC de Promover opciones positivas y cultivar conexiones significativas a través de la educación, el asesoramiento, el entrenamiento y la consultoría..